Abigail tiene 16 años y es conocida en el mundo flogger como /xx__abigail__xx o /copulame. Ahora, se encierra en su pieza, va a su computadora, selecciona el tema “The Reward is Cheese”, del productor Deadmau5, y acomoda su camarita, seteando la opción “Video”. Les da PLAY a ambos… ¡Y empieza la fiesta! Sus pies se mueven con el beat en zigzag, como enredados pero no, asoma un moonwalking, tira unas patadas cortitas y gira, y vuelve a empezar. Es una fiesta, sí, pero individual, doméstica y a luces prendidas. El video que está grabando luego subirá a YouTube y los floggers lo comentarán. Fin de la anécdota.
Estamos ante el pasito flogger. Con ese nombre casi risueño, los floggers le suman a su cultura de exhibición y moda un elemento musical. Y, de paso, están generando en la electrónica local una nueva revolución. Que puede ser pequeña, pero deja su sello: cada vez son más los chicos que se encierran en su cuarto, prenden la cámara y dan lecciones de dance. ¡Y todos tienen menos de 20 años!
A ritmo de electro y big beat, los pioneros del pasito flogger admiten que se inspiran en el Melbourne Shuffle (que nació en el underground australiano con el apogeo del acid house en los ‘90s) y el Tecktonik, que está de moda ahora mismo en Europa. El germen del Tecktonik surgió en la escena hard-trance de Bélgica, pero fue importado a Francia en el 2000 por Alexandre Baroudzin y Cyril Blanc, que lo impusieron en la discoteca Metropolis. Con los años, el fenómeno se masificó (gracias a la viralidad de Internet), y hoy Tecktonik Events (la firma de Baroudzin y Blanc), tiene su propia línea de ropa, peluquería y hasta una bebida energizante. Y las grandes marcas también quieren participar: habrá un juego para Nintendo Wii y Reebok presentará un modelo de zapatillas para los fans. Por último, EMI ya editó tres compilados que incluyen a los referentes del género: DJ Dess, DJ RV.B, Deepack y Miss Hiroko.
Por ahora, el pasito flogger es más modesto. No tiene más que seis meses de vida y, además de Internet, se expande en las matineés y en los shoppings Abasto y Unicenter, centros de reunión flogger. “Nosotros inventamos muchos pasitos y los subíamos a Internet, pero ya no, porque nos los roban”, dice Rodrigo, de 16 años, miembro de los Popper, una crew de quince sub-18 que salen a bailar a Soul Train (San Martín) y a Pinar de Rocha (Ramos Mejía). Abigail, en cambio, elige compartir sus invenciones: “Me gusta que los demás comenten e intercambiemos pasos”. En lo que todos coinciden es en que para bailarlo hay que estar en forma: “Después de cuatro horas seguidas, al otro día quedamos cansados y arruinados”, cierra Ale, otro de los Popper.
La nota fue tomada de la revista Rolling Stone, escrita por:
Por Javier Sinay (http://www.rollingstone.com.ar)
Estamos ante el pasito flogger. Con ese nombre casi risueño, los floggers le suman a su cultura de exhibición y moda un elemento musical. Y, de paso, están generando en la electrónica local una nueva revolución. Que puede ser pequeña, pero deja su sello: cada vez son más los chicos que se encierran en su cuarto, prenden la cámara y dan lecciones de dance. ¡Y todos tienen menos de 20 años!
A ritmo de electro y big beat, los pioneros del pasito flogger admiten que se inspiran en el Melbourne Shuffle (que nació en el underground australiano con el apogeo del acid house en los ‘90s) y el Tecktonik, que está de moda ahora mismo en Europa. El germen del Tecktonik surgió en la escena hard-trance de Bélgica, pero fue importado a Francia en el 2000 por Alexandre Baroudzin y Cyril Blanc, que lo impusieron en la discoteca Metropolis. Con los años, el fenómeno se masificó (gracias a la viralidad de Internet), y hoy Tecktonik Events (la firma de Baroudzin y Blanc), tiene su propia línea de ropa, peluquería y hasta una bebida energizante. Y las grandes marcas también quieren participar: habrá un juego para Nintendo Wii y Reebok presentará un modelo de zapatillas para los fans. Por último, EMI ya editó tres compilados que incluyen a los referentes del género: DJ Dess, DJ RV.B, Deepack y Miss Hiroko.
Por ahora, el pasito flogger es más modesto. No tiene más que seis meses de vida y, además de Internet, se expande en las matineés y en los shoppings Abasto y Unicenter, centros de reunión flogger. “Nosotros inventamos muchos pasitos y los subíamos a Internet, pero ya no, porque nos los roban”, dice Rodrigo, de 16 años, miembro de los Popper, una crew de quince sub-18 que salen a bailar a Soul Train (San Martín) y a Pinar de Rocha (Ramos Mejía). Abigail, en cambio, elige compartir sus invenciones: “Me gusta que los demás comenten e intercambiemos pasos”. En lo que todos coinciden es en que para bailarlo hay que estar en forma: “Después de cuatro horas seguidas, al otro día quedamos cansados y arruinados”, cierra Ale, otro de los Popper.
La nota fue tomada de la revista Rolling Stone, escrita por:
Por Javier Sinay (http://www.rollingstone.com.ar)
1 comentario:
qee bieem bailaa!
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